CIUDADANÍA EXTRANJERA
Ciudadanía italiana
Beneficios de la ciudadanía italiana
Vivir en cualquier país de la Unión Europea
Exención de visa consular para EE. UU., Australia, Canadá y Japón
Libre circulación en el espacio Schengen
Transmisión de la nacionalidad a las generaciones futuras
Acceso a universidades de renombre mundial pagando hasta 03 veces menos como ciudadano europeo
Acceso al Sistema Europeo de Salud
Formas de obtener la ciudadanía italiana
Los hijos, nietos, bisnietos, etc., de ciudadanos italianos varones tienen derecho a la ciudadanía italiana a través de sus padres, sin ningún tipo de restricción como en el caso de la ciudadanía italiana a través de sus madres.
Existen las siguientes formas en este caso:
Obtención para menores de 18 años
El trámite para menores de edad es sencillo y se puede realizar en el consulado, y demora un promedio de 90 días en completarse.
Mayores de edad, descendientes de hombres italianos.
Trámite realizado en Brasil
El trámite realizado en el consulado de Italia en Brasil tiene un ritual más largo, debido a la larga cola. Existen largos períodos de espera luego de la entrega de todos los documentos y traducciones apostilladas requeridas para el proceso.
Trámite hecho en Italia
El trámite que se lleva a cabo en Italia consiste en tomar residencia en Italia y solicitar directamente la nacionalidad en un municipio. Es necesario vivir en el país, para la confirmación y validación de la información. El hecho de que no haya largas colas en los órganos responsables garantiza un tiempo mucho más corto en comparación con el proceso realizado en Brasil.
Brasil es el país con mayor número de descendientes fuera de Italia, principalmente en los siguientes estados: São Paulo, Rio Grande do Sul, Santa Catarina, Paraná y Espirito Santo.
El ápice del flujo migratorio se produjo entre los años 1880 y 1930. En ese momento, Italia estaba experimentando transformaciones socioeconómicas que afectaron principalmente a la propiedad de la tierra. Miles de italianos comenzaron a emigrar a varias regiones de las Américas. El alto crecimiento demográfico, junto con el acelerado proceso de industrialización, afectaron directamente las oportunidades laborales en ese continente.
Se estima que, entre 1870 y 1970, emigraron alrededor de 28 millones de italianos (aproximadamente la mitad de la población de Italia).
Ante la falta de trabajo y comida, los italianos huyeron y con muy poco equipaje se enfrentaron a decenas de días de viaje. Las políticas brasileñas alentaron la llegada de europeos con ofertas de tierras baratas y trabajos en el campo.
Y los italianos trajeron consigo deliciosas recetas que definitivamente conquistaron el paladar brasileño. La más famosa es la Pizza, cuyo sabor se extendió por todo el país y hoy somos uno de los mayores consumidores del mundo.